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¡La pelela de Paulo Díaz! Del fútbol a la ducha en segundos

Paulo Díaz y su expulsión ridícula: ¿quién dijo que un corner no puede ser el fin de tu partido? Aquí te contamos lo que pasó y la locura que desató en el mundo del fútbol argentino.

Paulo Díaz, el defensor del River Plate, ha estado en el ojo del huracán tras su insólita expulsión en el partido contra Colo Colo, donde se fue a los empujones con el uruguayo Maximiliano Falcón. En un momento que muchos han calificado como una pelea "tonta", los dos jugadores fueron amonestados con tarjeta amarilla durante un córner, y poco después se encontraron con la roja. Este episodio ha desatado reacciones y comentarios sarcásticos en las redes sociales, donde los fanáticos y medios no han perdido la oportunidad de reírse de la situación, haciendo hincapié en lo ridículo de la expulsión.

La tensión acumulada por los dos defensores se desencadenó en un momento tan decisivo, donde el árbitro Raphael Claus no dudó y mostró la segunda amarilla a ambos, enviándolos al vestuario antes de tiempo. El enojo del entrenador de River, Marcelo Gallardo, fue palpable. Para él, la expulsión de su jugador en este crucial primer partido de los cuartos de la Copa Libertadores fue una decisión infantil y evitar la pérdida de un jugador de gran calibre en un encuentro tan importante dejó a Gallardo frustrado.

Lo más curioso de todo es que, a pesar de las duras críticas recibidas, muchos aficionados defienden a Paulo Díaz como uno de los mejores defensores en Argentina. Santiago Baietti, un ferviente admirador del chileno, argumentó que es un privilegio tener un jugador de su calidad en River, y su expulsión no debería opacar todos los logros que ha tenido en el club. Su rendimiento a lo largo de varias temporadas ha sido destacado, y muchos creen que esta expulsión es solo un incidente aislado.

Finalmente, la ironía de todo esto es que la desesperación en el campo de juego terminó llevándolos directamente a la ducha. Ambos jugadores ahora tendrán que ver el partido de vuelta desde las gradas, lo que podría ser una advertencia para otros futbolistas sobre las consecuencias de dejarse llevar en momentos de tensión. La pregunta es: ¿los veremos aprender de este episodio?