Maria Branyas

¡Adiós a la superabuela! La increíble vida de María Branyas, la mujer más longeva del mundo

La romántica historia de vida de María Branyas, de 117 años y un legado inolvidable, se despide de este mundo. ¡Conocé a la superabuela!

María Branyas Morera, la persona más longeva del mundo, nos dejó a la impresionante edad de 117 años y 138 días. Nacida el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, California, vivió la mayor parte de su vida en su querida Olot, Girona. Con una vida llena de experiencias inolvidables, sobrevivió dos guerras mundiales, la pandemia de gripe de 1918 y, como si fuera poco, se recuperó del COVID a los 113 años. María hizo del optimismo y la resiliencia su filosofía de vida, siempre manteniendo una sonrisa en su rostro y compartiendo con su entorno lo que realmente importa en la vida: el amor, la familia y la amistad.

A lo largo de sus 117 años, María se convirtió en un símbolo de fortaleza y vitalidad. Nunca sufrió una fractura y en sus publicaciones en redes sociales, donde era conocida como la "superabuela catalana", reflexionaba sobre la longevidad y el bienestar. En una de sus últimas publicaciones, afirmaba: “La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha”, lo que refleja su carácter alegre y su deseo de disfrutar de cada momento.

El legado de María Branyas no solo se remite a su longevidad, sino también a las lecciones que dejó. Durante su vida, se convirtió en fuente de inspiración y esperanza para muchos, especialmente en tiempos difíciles como los que nos trajo la pandemia. Muchos de sus seguidores admiraban su perspectiva de la vida y su habilidad de mantenerse conectada con las nuevas generaciones a través de las redes sociales. Su historia nos recuerda que la vida es un viaje y que cada día debe ser celebrado.

A lo largo de la historia, María Branyas ocupó el título de la persona más anciana del mundo y fue reconocida por Guinness World Records como la octava persona más longeva en la historia registrada. Sin duda, su vida ha dejado una huella imborrable en el corazón de quienes la conocieron y de aquellos que aprendieron sobre ella a través de los medios. Además, su fallecimiento nos lleva a reflexionar sobre nuestra propia existencia y el valor del tiempo, recordándonos que lo verdaderamente importante en la vida son las conexiones que mantenemos con los demás y el amor que damos y recibimos.

Interesantemente, María vivió en una época donde los avances médicos y tecnológicos han hecho que la esperanza de vida se extienda significativamente. Además, en su tiempo, experimentó momentos históricos que moldearon no solo su vida, sino la de millones en el mundo. Como última reflexión, recordemos que todos los días son una oportunidad para crear recuerdos duraderos y para chocar esos ansiados brindis con seres queridos, tal como la superabuela María Branyas lo hacía continuamente.