Electricidad

Es una emergente tecnología de aprovechamiento de energía renovable a bajo costo, sin impacto ambiental y con impresora 3D para aplicar en la zona serrana.

A partir del giro que se produce, se genera un campo electromagnético y en el estator, que es una parte fija de la turbina, es donde se capta esa energía y se traduce en corriente eléctrica. Ahora estamos en la fabricación del filamento, lo cual es fundamental porque de las propiedades mecánicas que tiene el filamento dependen las terminaciones que va a dar la impresora 3D a la hora de fabricar la turbina. Por otro lado, se prevé moler la parte correspondiente a la tapa y al fondo de la botella. Definirá el rotor a desarrollar para el prototipo de turbina y lo elaborará en impresora 3D, empleando parámetros de impresión que permitan obtener el mejor balance entre propiedades mecánicas, facilidad y calidad de impresión, además de las características de adhesión. Se coloca el centro de las botellas en una máquina para cortar y separar las fibras de plástico PET. Después de carbonizar esos recursos logramos obtener una especie de fibras de carbono, que venimos tratando de incorporar en los polímeros en procura de lograr el refuerzo. Luego, se integrará el rotor prototipo a la turbina y generador. El factor más favorable es que los ríos hacen pasar energía las 24 horas, lo cual diferencia a esta energía de la solar y la eólica, que dependen de las condiciones climáticas, las características del viento, el momento del año. Y se introducen en un extrusor caliente que permite la obtención del filamento de PET. Evaluará las propiedades mecánicas de las piezas confeccionadas y el desempeño del rotor prototipo. “Este proyecto surge a partir de considerar que los ríos de la provincia de Córdoba tienen buenas velocidades y que estas turbinas significan una aplicación sencilla y no tienen un impacto ambiental muy grande. Este polímero pertenece al grupo de materiales sintéticos denominados poliésteres y es un derivado del petróleo, del cual anualmente en el país se descartan unas 200 mil toneladas y sólo es reciclado un 30 por ciento.