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El Gobierno porteño y bonaerense previeron en sus presupuestos para este año subas en los impuestos por debajo de la inflación.

Esta ley prevé una reducción en términos reales de los impuestos patrimoniales para el 90% de los contribuyentes, al establecer para el próximo año topes menores al 60% anual. Según estableció la administración porteña, se tomará en cuenta la inflación de cinco meses atrás, que en agosto fue del 6,2 en la Ciudad. En cuanto a las patentes, desde hace varios años, la alícuota es fija y no sufrirá modificaciones para el próximo año.