Pasada la euforia inicial quizás sea un poco más fácil escribir unas palabras sobre lo que pasó el domingo 18 de diciembre de 2022.
Cómo le explicaba a mi hijo de 9 años que aunque todo el mundo estuviera deseando una cosa, que ganara Messi, la mayoría de ellos niños, no alcanzaba para que se cumpliera. En parte, creo que está relacionado con que los que éramos niños en 1986 queríamos que nuestros niños tuvieran la posibilidad de vivir ese momento único. Una fecha que mucha gente en este mundo no olvidará nunca, mucho menos si es argentino.