La mejor manera de combatir las bajas temperaturas es un buen abrigo y el forro polar de Nike es la opción perfecta para este invierno.
Con la esencia grande y suave de la chaqueta original, cremallera y el logo gigante de Nike atravesando de lado a lado en la parte frontal y trasera, la nueva prenda de Nike forma parte de una serie de lanzamientos que entran a formar parte de la línea Big Swoosh del gigante deportivo, quien últimamente está convirtiendo el pelo sintético en oro. [Nike](https://www.revistagq.com/tags/nike) es la prenda que te mantendrá calentito durante todo el invierno. [la manta](https://www.revistagq.com/moda/articulo/manta-nike-fotos-precio); ahora, el forro polar de Nike se va a convertir en tu prenda favorita de este invierno.
Las Nike Zoom Vomero 5 son unas zapatillas pensadas para correr que van a estar muy de moda en los próximos meses.
Apareciendo en "Wheat Grass", esta iteración de la Nike Zoom Vomero 5 se ve en su tradicional composición de material de malla y cuero. No fue hasta 2018, cuatro años después del lanzamiento de las Zoom Vomero 8, cuando la popularidad de las 5 se disparó de verdad, gracias al modelo lanzado junto con la marca [A-COLD-WALL de Samuel Ross.](https://www.revistagq.com/moda/tendencias/articulos/a-cold-wall-proxima-marca-de-moda-off-white-virgil-abloh/29731) Año tras año, Nike siguió evolucionando la tecnología dentro de la zapatilla, comenzando con Cushlon en la primera versión y Flywire en la octava y aparentemente última edición.
Las Nike Air Max 97 Toggle tienen un sistema de cierre que además de hacerlas únicas, las hace ultra cómodas.
La parte superior presenta la típica combinación de cuero y malla de las Air Max 97, con un aspecto principalmente plateado unido a las líneas y los cordones negros. [trenes bala japoneses](https://www.revistagq.com/moda/relojes-y-accesorios/articulos/zapatillas-nike-air-max-97-throwback-future/34033) y, 25 años después, su creación sigue siendo una parte fundamental de la oferta anual del Swoosh. Algunos diseños de zapatillas son de culto, apreciados en primera instancia por unos pocos devotos y amados por muchos años después. Son unas zapatillas que nacieron en la que seguramente fuera la época más gloriosa de [Nike](https://www.revistagq.com/tags/nike), la década de los 90, en la que cualquier locura podía hacerse realidad. [Nike Air Max 97](https://www.revistagq.com/moda/articulo/nike-air-max-97-silver-bullet-precio-fecha) cumplen 25 años de vida. Pero aunque su forma no haya cambiado, hay veces que Nike se atreve a añadir alguna pequeña novedad que sirve para hacerla más interesante.
Las Nike Air Force 1 "University Orange" serán las zapatillas para salir a la calle pisando fuerte, y ser el centro de todas las miradas.
Únicamente la entresuela, el Swoosh superior y el texto de las etiquetas se ha mantenido en blanco, pero incluso con el gran contraste que presentan, casi pasan desapercibidos. Desde el empeine, puntera, lengüeta, cordones, hasta el interior y las plantillas se sumergen en este vibrante tono. Sin embargo, no hay nada mejor que acabar el año a lo grande, y estas AF1 estarán disponibles precisamente para eso, para decir adiós al 2022 con buen pie y mucho estilo.
Al logo se le conoce como 'Swoosh' y la diseñadora gráfica, Carolyn Davidson, se fijó en las alas de la diosa griega Nike a la hora de crearlo.
Así, Nike consiguió volver a ser líder en la industria, Faltaba promocionar la marca, así que decidieron contactar con un atleta, Steve Prefontaine, que llevó a Nike hasta en las olimpiadas. Al principio no solo constaba de un símbolo, sino que le añadió tipografía en medio.
La marca Nike iba a convertir a Boit en atleta olímpico, no a ambos ya que Kenia sólo tenía un cupo para los Juegos de Nagano en 1998.
Eso le dio el último aliento para llegar a la línea de meta, donde lo estaba esperando el propio Daehlie, que había demorado el podio y la entrega de medallas para abrazar al keniata, algo que volvería a ocurrir en Sochi 2014 con Darío Cologna y el peruano Roberto Carcelén. Lo curioso fue que cuando el público notó que había ingresado al último tramo de la carrera, todos comenzaron a gritar al unísono “Go Philip” y “Go Kenia”. Esto significó un cambio brutal ya que ninguno de los dos conocía la nieve y ahora, gracias a un experimento de una de las empresas más grandes del mundo en las que iban a ser peones dentro de una “guerra” que los sobrepasaba, podían vivir una experiencia que muy pocos keniatas logran en su vida. Esto llevó a los encargados del proyecto a redoblar la apuesta y a relocalizar a ambos en Finlandia, al año siguiente, para que puedan entrenar en igualdad de condiciones que el resto de los deportistas de invierno. Esto provocó que su relación de amistad empeorara con el correr de los días y con la cita olímpica cada vez más cerca, aunque nunca fue un impedimento para que entrenaran juntos. Si bien es cierto que el esquiador senegalés Lamine Guéye había participado en la edición de 1984 en Sarajevo, este había vivido en Suiza desde los cuatro años, por lo que todavía faltaba un deportista africano que se preparara en su propio territorio, con todas las adversidades y complicaciones que eso conlleva.