Atlético Madrid se quedó afuera de la Champions League al igualar 2-2 como local frente al Bayer Leverkusen, en un final increíble que tuvo un penal después de ...
5 1 Atlético (5) y Bayer Leverkusen (4) jugarán en la última jornada para ver cuál es tercero y disputa la Europa League.
Obtén el reporte del partido Atlético Madrid vs. Bayer Leverkusen 2022-23 UEFA Champions League, Fase de grupos.
Y en este Atlético de tantas caras tan diversas fue un salvavidas, tan cerca del descanso, de la charla de Simeone y de la reacción del segundo tiempo, surgida desde el gol de Rodrigo de Paul (fue uno de los dos cambios al intermedio, al entrar por Correa; Saúl ingresó por Hermoso), un tiro desde el borde del área que batió a Hradecky para poner en ebullición el partido y el Metropolitano. La siguiente mejor ocasión del equipo local fue un remate contra su propia portería del Leverkusen, al que se interpuso Hradecky, que tampoco había hecho ni la mitad de paradas que hubiera intuido en una visita en otro tiempo a un estadio como el Metropolitano. Pero eso, también, forma parte del pasado, aquellos momentos en los que el campo madrileño era una fortaleza inabordable para tantos y tantos adversarios. Su velocidad y la de Diaby, la pareja de ataque del Leverkusen, retrató y desbordó a la defensa del Atlético. A Giménez, cuya mejor versión pertenece al pasado, o a Hermoso, la sorpresa de la alineación, que duró 45 minutos, cambiado al descanso por Saúl Ñíguez. Quizá faltó toda la fortuna que sí tuvo hace un año en Oporto, que se ha tomado la revancha a 1.300 kilómetros de distancia con un 0-4 en el estadio Jan Breydel, el mismo recinto donde el equipo rojiblanco naufragó hace menos de un mes, cuando su aventura de nuevo en la Liga de Campeones quedó supeditada a demasiadas victorias, tan al borde del precipicio que a nadie le sorprendió su estruendosa caída de este miércoles.
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Y en este Atlético de tantas caras tan diversas fue un salvavidas, tan cerca del descanso, de la charla de Simeone y de la reacción del segundo tiempo, surgida desde el gol de Rodrigo de Paul (fue uno de los dos cambios al intermedio, al entrar por Correa; Saúl ingresó por Hermoso), un tiro desde el borde del área que batió a Hradecky para poner en ebullición el partido y el Metropolitano. La siguiente mejor ocasión del equipo local fue un remate contra su propia portería del Leverkusen, al que se interpuso Hradecky, que tampoco había hecho ni la mitad de paradas que hubiera intuido en una visita en otro tiempo a un estadio como el Metropolitano. Pero eso, también, forma parte del pasado, aquellos momentos en los que el campo madrileño era una fortaleza inabordable para tantos y tantos adversarios. Su velocidad y la de Diaby, la pareja de ataque del Leverkusen, retrató y desbordó a la defensa del Atlético. A Giménez, cuya mejor versión pertenece al pasado, o a Hermoso, la sorpresa de la alineación, que duró 45 minutos, cambiado al descanso por Saúl Ñíguez. Quizá faltó toda la fortuna que sí tuvo hace un año en Oporto, que se ha tomado la revancha a 1.300 kilómetros de distancia con un 0-4 en el estadio Jan Breydel, el mismo recinto donde el equipo rojiblanco naufragó hace menos de un mes, cuando su aventura de nuevo en la Liga de Campeones quedó supeditada a demasiadas victorias, tan al borde del precipicio que a nadie le sorprendió su estruendosa caída de este miércoles.