Se hizo famosa en los 90 como "la chica intelectual" del programa de El Trece e hizo una sólida carrera en la televisión, hasta que su camino la llevó a ...
“Tendría que estar encerrada, además del juego que hay que saber jugar, la competencia y la manipulación”, agregó. Es que su presencia en la pantalla, que empezó en El agujerito sin fin, cuando era “la chica de los anteojos que contaba datos curiosos”, siguió siendo fuerte conforme avanzaba la década y despuntaban los 2000. Pero la pregunta de si realmente quería seguir en la televisión empezó a rondarle pasados los 40.
Le dijo que no a un reality y se animó a otra profesión, aunque aún no le cierra las puertas a la televisión.
Los seres humanos somos crueles y uno tiene una estructura más sensible, tendría que estar encerrada, además del juego que hay que saber jugar, la competencia y la manipulación”. Además de lo que es perder un trabajo, para muchos de nosotros era una segunda casa y había afecto”, contó la actriz. Sin embargo, dejó todo hasta que llegó una pasión nueva en su vida, la astrología. Tener un pico de fama en la juventud puede ser algo muy bueno, ya que abre miles de puertas y las posibilidades de trabajar en el mundo del espectáculo son pocas habitualmente. Tan buscada era que cuando llegó de vuelta, la oferta seguía en pié. La artista habló con Infobae y recordó cómo inició su carrera en el programa.