Soledad

La soledad alimenta el espíritu y es necesaria para el encuentro con uno mismo La realidad no se puede evitar, sólo enfrentar. Me encuentro en una playa a ...

El olvido de uno mismo, el olvido de lo que sentimos y pensamos, del tiempo que se disfruta. Sin duda, la soledad, aunque sea por una hora, un día o una semana, alimenta el espíritu y es necesaria para el encuentro con uno mismo, para pensar y para reflexionar. No obstante, descubrí que, por medio de una rutina de ejercicio, alimentación, meditación, trabajo, lectura y caminatas en la playa, el día fue tomando un orden y el alma también. Me doy cuenta, también, de que es una estructura imprescindible que debemos cuidar y fomentar. “Soledad”, no como “la Antártida del alma”, tal como el doctor Robert Weiss se refiere a un sentimiento de infelicidad, sino como un retiro para poner claridad y luz a mis pensamientos y sentimientos. Estar presente es como trato de eliminar el temor y la duda que amenazan con acompañarme.