Sábado. San Expedito, santo de los escritores, hazte presente con tu decisión y tu eficiencia. Santo amigo, debería escribirte una oración.
Hay que cortar, hay que corregir, hay que terminar. La gente que no tiene memoria me angustia y me resulta desagradable. Hay que pisar al cuervo. Cuando pensamos en los libros que vamos a escribir nunca pensamos qué tenemos, qué nos hace falta, qué nos sobra. Los mejores malos son los malos que no aceptan su destino trágico de forma sumisa. Sancho: “No hay camino tan llano, que no tenga algún tropezón o barranco; en otras casas cuecen habas, y en la mía, a calderadas.” Hay que reservarles un lugar en la biblioteca, un lugar cercano, accesible. Y las escenas de acción, que están bien, no alcanzan a llenar del vacío que presentan los vampiros. En la memoria, que es el resto que deja la atención focalizada, hay una cordialidad, una educación, una civilidad necesarias, que celebro. (Los colmillos son muy apreciados, más viejos, más caros.) Pero su ex mujer y su hija no saben nada de su actividad nocturna. Hay que pisar al cuervo.) Hay que pisarlo.