Hace falta crecer, que se redistribuya la riqueza en un sentido progresivo, que los ingresos y las jubilaciones le ganen a la inflación, que aumente la ...
Y especialmente en las más humildes, en el 30% de los hogares que están sostenidos por mujeres, donde más pesa el precio de alimentos y servicios sobre los ingresos totales. La división sexual del trabajo, entre trabajo remunerado (productivo) y reproductivo (no remunerado, de cuidados) estructura las relaciones del trabajo y condiciona los modos de insertarse mujeres y varones en el mismo. De eso también se tratan los debates de cada coyuntura. Hace falta crecer, que se redistribuya la riqueza en un sentido progresivo, que los ingresos y las jubilaciones le ganen a la inflación, que aumente la formalidad laboral y el trabajo de calidad. Todas estas medidas y muchas más que están en desarrollo requieren de un contexto, como dijimos, crecimiento e inclusión social. Allí gracias a las políticas inclusivas de moratorias previsionales, tenemos un acceso universal, que benefició especialmente a las mujeres.